El WPC (Wood Plastic Composite) llegó al mercado en 2005, aunque fueron menos de 30 fabricantes de parquets –la mayoría de ellos eran pequeñas empresas- los que se lanzaron a comercializarlo. Sin embargo, actualmente hay más de 100 fabricantes que se dedican a dar a conocer este material, conocido como tarima tecnológica y, poco a poco, se está abriendo hueco y diversificando su empleo.
Se trata de un tipo de material elaborado con una mezcla de diferentes polímeros –polipropileno (PP), polietileno (PE) y PVC- que son los que aportan las propiedades de impermeabilidad del producto; diferentes fibras naturales –harina de madera y fibra de celulosa- que dotan de rigidez y textura natural; y otro tipo de aditivos –como los estabilizadores de rayos UVA o los pigmentos de colores- que se emplean para mejorar la apariencia, el rendimiento y la durabilidad del producto final.
Entre las ventajas que ofrece el WPC frente a otros materiales -como, por ejemplo, la madera-, encontramos:
- Que ofrece una mayor resistencia, gracias a que los polímeros favorecen más flexibilidad, y
- Una menor absorción de la humedad, lo que convierte estas tarimas en ideales para espacios exteriores.
- Ofrece una mayor superficie anti-deslizante y
- Menos alteración frente a los rayos UVA.
Igualmente, y tras una sencilla instalación, el mantenimiento tampoco resulta excesivo porque no son necesarios barnizados, tintados o saturadores. De la misma forma, y gracias a la evolución que han vivido desde que fueron ideadas hasta la actualidad, hoy por hoy garantizan el mayor respeto al medio ambiente tanto en las materias primas que se emplean como en los procesos de elaboración, sin que eso suponga una disminución de su calidad.
Además, y dado el aumento en el número de fabricantes, actualmente pueden encontrarse en el mercado diferentes tipos de lamas WPC que pueden adaptarse a las necesidades del cliente y del entorno en el que se desee instalarlas.
Así, existen distintas lamas según su momento de creación y sus características:
- Lamas de primera generación caracterizadas por ser lamas macizas más resistentes que las huecas en función del polímero que se emplee y dilatan con mayor amplitud
- Lamas de segunda generación, las conocidas como lamas huecas, más ligeras que las macizas y con una dilatación más controlada y
- Lamas de tercera generación, que se diferencian de las anteriores porque son sometidas a un proceso de co-extrusión que facilita el mantenimiento del producto y un mejor control de las tonalidades de colores durante la fabricación.
Foto: Cesar Parquets