La industria maderera no atraviesa su mejor momento, y así lo ratifican los datos proporcionados por la Asociación Española del Comercio e Industria de la Madera (AEIM), según los cuales se ha producido un descenso del 18% en las importaciones de productos de madera durante 2012.
No obstante, las adquisiciones intracomunitarias han alcanzado un valor total de 976.581 euros, una cifra nada desdeñable teniendo además en cuenta que, por ejemplo, los tableros han caído menos que la madera –tanto la que se presenta aserrada, como la que se vende en bruto-.
Igualmente, destaca que los tableros de partículas –que se emplean principalmente en la fabricación de puertas, mobiliario y otros tipos de aplicaciones de carpintería, así como en los parquets y en zócalos y rodapiés- han experimentado un ligero crecimiento del 2%, aunque los de fibras han caído un 9%.
Por tipos, las maderas que han sufrido una mayor caída en las cifras de importación son las tropicales, con un descenso que alcanza el 38% para la madera en tronco y el 35% para la que se presenta aserrada. Por otra parte, las coníferas tradicionalmente más comerciales han experimentado una depreciación del 25%, pero sólo en el ámbito de las aserradas.
Pese a todo, teniendo en cuenta las zonas de procedencia, la Unión Europea continúa siendo la principal zona de aprovisionamiento –aunque por regiones, el sur de Europa debe seguir buscando nuevas fórmulas para que, por ejemplo, el sector del parquet y las tarimas no se vea tan afectado por la crisis- al cubrir casi el 70% de la cuota de mercado. El segundo lugar lo ocupa el continente americano, que alcanza el 12%, seguido de Asia –con China a la cabeza- el 11% y, por último, África, que apenas alcanza el 6%.
Así, y teniendo en cuenta los altibajos que parece que van a seguir presentes en la industria, desde diversas fuentes se sigue avisando de la importancia que tiene invertir no tanto en otras materias primas –que por supuesto deben ser tenidas en cuenta para que al menos los fabricantes tengan nuevas oportunidades para reinventarse-, sino en investigación de nuevos usos y aplicaciones que, además, permitan ser respetuosos con el medio ambiente.
Foto: Grupo Incase