El parquet flotante es un conjunto de piezas de madera que se pegan y barnizan en talleres especializados mediante una tecnología muy precisa. No se pegan ni se clavan al suelo, sino que la parte que queda del lado del suelo se apoya sobre una capa de neopreno o gomaespuma que hace que se quede “flotando” y actúe también de aislante. Las principales ventajas del parquet flotante son:
- Tolera muy bien los cambios de temperatura.
- Resistencia al deterioro y el desgaste.
- Resulta difícil de arañar y la luz del sol no se come su color original.
- Tiene un alto nivel de absorción y aislamiento de ruidos, muy superior al que tienen el resto de suelos.
- Es muy firme, así que es muy adecuado para zonas de mucho tránsito.
- Es muy fácil de instalar y puede colocarse sobre pavimentos ya existentes, siempre y cuando la superficie sea totalmente plana.
- Se coloca rápidamente y sin necesidad de vaciar la vivienda, dependiendo de la amplitud de la misma suele tardarse unos tres días, muchos menos de los 20 que requiere la tarima de madera para colocarse y poder secarse.
Para mantener el parquet flotante en perfectas condiciones, lo más recomendable es pasar la aspiradora para que las partículas de suciedad se puedan recoger sin arrastrarlas y no se vuelva una superficie como si fuera lija. Además, puede limpiarse con un trapo o una mopa que esté humedecida por un producto especial para este tipo de superficies. Algunos profesionales recomiendan también limpiarlo haciendo una mezcla de agua con vinagre, aunque no puede abusarse del agua ya que podría deteriorarse.
Sería aconsejable poner tacos de fieltro en las sillas que pongas sobre el parquet flotante para evitar ralladuras cada vez que se desplacen. Tampoco es conveniente arrastrar muebles o pisar el suelo con sustancias como arena o barro en los zapatos ya que podría rallarse.
Foto: Parquets Vega Baja